MITO O REALIDAD
Desde siempre han existido diversas afirmaciones sobre las relaciones de pareja que a través de los años se han compartido de generación en generación.
Lo que muchos no saben es que algunas son solo falsas verdades que debemos aclarar para que disfrutes de una relación mas a tono con tus expectativas.
Y es por lo que aquí te traemos 11 mitos y su aclaración que estamos seguros te sorprenderán.
Mito: La química lo es todo
Realidad. Esa misteriosa atraccion entre un hombre y una mujer tiende a surgir espontáneamente al conocerse y sirve de base para el deseo de relacionarse como pareja.
Una vez establecida dicha relación, el suspender los juicios perjudiciales se convierte en el motor que rige su crecimiento. Cada relación es única y según sus necesidades, va generándose la compenetración propia de una sana convivencia.
Como ves, eso no es química, es el resultado de la complicidad y unión entre dos personas.
Mito: Hay escases de hombres, mejor no exigir mucho y conformarte con el que tienes.
Realidad: En nuestro entorno habitan muuuuchos hombres. Que no estén disponibles en el ámbito donde te encuentras es otra historia. Además, necesitas realizar, que el amar no equivale a conformarse.
El transar por ‘lo que aparezca’ al final se convertirá en una gran frustración que en vez de felicidad te traerá tristezas y malos momentos.
Así que quítate de la mente esta grave suposición. Puedes verificarlo en las estadísticas. En cuanto te hayas convencido de la cantidad de hombres que esperan conocer a una mujer como tú, veras como te llueven los “chicos” buscando conocerte mejor.
¡Y siempre han estado ahí! Solo que un erróneo pensamiento nublaba tu visión de su presencia. Prepárate para atender la fila…
Mito: Si le cuento, sale corriendo.
Realidad: La verdad es que algunas parejas suelen huir cuando el panorama se torna incomodo, pero otros se quedan contigo.
La sinceridad siempre es importante para que una relación prospere; más si te ves en la encrucijada de tener que ocultar algo detalla bien como lo harás de manera que no salga a relucir en un futuro —y destruir tu relación por falta de planificación.
Debes entender que las relaciones son muy complejas y que cada una conforma un mundo de posibilidades. Así que no generalices.
Mito: Una buena relación de pareja significa que no tienes por qué trabajar en ella.
Realidad: Toda relación conlleva un grado de esfuerzo, unas más que otras. Desafortunadamente no somos preparados (ni hombres o mujeres) para colaborar armónicamente con ternura, cuidado y apoyo mutuo cuando de relaciones se trata.
Pregúntale a cualquiera que haya sufrido una relación repleta de dificultades y te dirá lo que significa trabajar en una relación.
No te engañes—las parejas que lucen perfectas frente a otros tienen su historia, y con mucha paciencia y dedicación han forjado un sólido vinculo que ha logrado sobrevivir los embates que a otras parejas destruyen.
Mito: Tener pareja es lo más importante en la vida.
Realidad: Una relación amorosa convertida en nuestro único norte es poco saludable, sin duda se convertirá en una altamente tóxica. De seguro desencadenará una dependencia impropia.
La pareja es quien comparte nuestro mundo caminando a nuestro lado. No está llamada a vivir nuestra vida por nosotras.
Tener una pareja nos provee una sensación única de profunda realización pero no lo es todo en la vida dado que como seres humanos nuestros intereses son tan variados como personas hay.
Aun gozando de la mejor relación vemos como muchas continúan añorando un ‘no sé qué’ que las hace sentir como si algo les faltara. Revisa tu situación de vida y sopesa sin tapujos lo que entiendes te faltaría para experimentar una sensación de entera satisfacción. Busca balance y ahí encontrarás tu felicidad.
Mito: Para amar hay que admirar
Realidad: En una sana relación de pareja es importante estar en un lugar igualitario para mirarse de frente. Aquello que admiras lo ves desde abajo pensando que eso que admiras está por encima de ti e inalcanzable.
No caigas en la trampa de equiparar admiración con amor. Terminarás desilusionada al cabo del tiempo.
Mito: Si realmente se aman sabrán las necesidades y sentimientos del otro sin expresar palabras.
Realidad: Cuando esperas que otra persona entienda lo que deseas sin verbalizárselo, crees entonces en algo imposible todavía—la lectura de la mente.
La comunicación verbal es fundamental en las relaciones y su práctica nos lleva al éxito en nuestras interacciones. Constantemente intentar adivinar lo que piensa el otro es un ejercicio inútil que nos guía muchas veces a cometer errores de juicio.
Cuando necesitamos saber— mejor es preguntarle directamente,
Mito: Los celos son un signo de verdadero amor.
Realidad: Los celos hablan de las inseguridades de la persona, más que de amor por la pareja. Y—con ellos—vienen muchos problemas y hasta rupturas. Así que debes estar pendiente de no pasarte de la raya.
Si tu pareja te provoca celos—estudia la situación. Consulta a una persona cercana a ti en quien has depositado confianza.
Muchas veces otros ven detalles que por tu envolvimiento en la situación, no alcanzas a observar.
Mito: Tener un hijo fortalecerá la convivencia
Realidad: ¡Ojo! No hay que caer en falsas expectativas.
Tener un hijo siempre es motivo de alegría. Sin embargo, estar preparados para el trabajo y responsabilidad que acarrea esta bendición es impresindible.
Muchos estudios comprueban que las parejas pasan por varios grados de ajuste al cambio tras la llegada de un retoño—un proceso de adaptación complejo.
Un hijo no fortalecerá una relación que está moribunda. Al contrario, el estrés que supone el ampliar la familia trae consigo nuevos y en ocasiones impredecibles retos. Estos suponen un riesgo adicional para la integridad de una relación ya en peligro.
Mito: Si están enamorados la pasión no desvanecerá con el tiempo.
Realidad: Con el tiempo otros factores toman prioridad—y esto no necesariamente significa el final de la pasión. Con algo de planificación y mucha diversión, se puede inyectar nueva vida a nuestro compartir.
El resultado será un tanto distinto a los primeros años de relación ya que la intimidad también evoluciona con el tiempo— madurando según el matiz de la convivencia.
Si esperas bombos y platillos en la cama después de 20 años de compartir, te adelanto que solo verás lo que hayan construido juntos durante su travesía como pareja. Así que, visualiza como se verán en 20 años y si te disgusta lo que ves, comienza el cambio desde ahora…rush…
Mito: Las peleas y argumentos arruinan tu relación.
Realidad: El cronificar las diferencias es lo que realmente arruina una relación. Sin embargo, aunque no en exceso, las discusiones son necesarias para valorar y volver a retomar hábitos saludables en pareja.
Despersonalizar el argumento evitando herir a nuestra pareja también es clave junto a eliminar todo asomo de agresión física o verbal. ¡La sana comunicación es la llave!
Como ves, están sobrevaloradas algunas de las suposiciones sobre las relaciones que a veces nos generan frustración por no experimentarlas tal y como se predican.
La verdad es que en las relaciones seguir patrones a ciegas causa conflictos, en ocasiones es preferible seguir los instintos.
Por lo tanto, sin importar cumplir con reglas familiares o tradicionales, lo indispensable es que exista el respeto, la comunicación, el trabajo en equipo y el amor.
En fin…
Dale curso a trabajar en tu relación a tono con las experiencias que guardas y atemperando toda expectativa a tus realidades presentes.
De seguro saldrás ganadora.
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