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¿QUIERES CONTROLAR TU RELACIÓN?

¿Cómo actúa una mujer controladora y por qué tiene dificultades para retener a una pareja?

 

¿Todos comentan que eres muy controladora? Suena como algo inofensivo, pero puede escalar hasta convertirse en un serio problema dentro de una relación.

 

La situación usualmente esconde una pobre autoestima que eventualmente se ve desde un avión. Para lidiar con la inseguridad que sufre, ella despliega una necesidad de controlar a todo y a todos.

 

Una mujer controladora a menudo presenta signos de una excesiva autovaloración. Necesita ejercer el control de todo y de su pareja en particular para sentirse valiosa.

 

Ejemplo: se proyecta como mejor que sus compañeras de empleo, habla constantemente de sus logros sin que se lo soliciten.

 

Toda mujer es valiosa, pero en ocasiones algunas asumen conductas controladoras que delatan abiertamente su verdadero autoconcepto.

 

Cuando existen fallas en su autoestima la dama presenta una conducta a lo inverso de lo que realmente piensa de su persona.

 

Con la intención de controlar a la pareja utiliza todo su esfuerzo en arroparlo de atenciones y favores que hacen que el hombre se sienta asfixiado.

 

Al inicio el hombre responde favorablemente a los buenos gestos, pero es cuestión de tiempo que ese candidato comience a reconocer la pantalla que muestra la mujer que tiene a su lado.

 

Observa que las atenciones excesivas de la dama solo tienen la intención de controlarlo.

 

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Ahí es donde comienza ese hombre a retirarse y a mirar con ojos de desaprobación, por no decir un abierto rechazo, hasta simplemente no importarle la relación.

 

Una pobre autoestima …pensando que es poca cosa para un hombre…hace que una mujer se venda barata buscando satisfacerlo en todo, aunque entre en una abierta exageración. Detrás de toda esa generosidad yace la intención de controlar.

 

Ser cariñosa con la pareja es una característica exquisita y funciona cuando se hace de corazón y en grados que no empalagan.

 

Desayunos en la cama (todos los días), atendiéndolo en todo como si este fuera un bebé, hace que ese macharán la valore menos al tratarse de una exageración sin una razón clara del porqué de su proceder (como durante una enfermedad de ese compañero, por ejemplo).

 

Por otro lado, cuando se trata de lograr un control absoluto sobre la pareja surgen repercusiones. La siguiente historia te servirá de ejemplo…

 

Le puedes preguntar a Amne, ella vivió la experiencia, pero logró aprender su lección después de varios intentos de forjar una relación con 4 diferentes pretendientes a través del tiempo…

 

Amneris, una mujer poderosa que se le fue el humo a la cabeza dada la posición que ocupaba en la compañía de su padre, pensaba que el mundo tenía que estar bajo su control y así lo verbalizaba.

 

Con la necesidad de controlar a todos comenzó a desbordarse con atenciones hacia sus parejas cansándolos con “tan buen trato” y lo peor, eso fue al inicio de la relación…todo demasiado rápido.

 

Una forma obvia de procurar el control y todos lo observaban.

 

En realidad, una exagerada actuación, la cual obligaba al hombre a ceder y aceptar cuando el entendía que era muy temprano en el compartir para actuar tan dadivosamente.

 

…Esos mismos hombres salieron corriendo sin pensarlo dos veces…

 

En mi pueblo le llaman a esa conducta femenina… ‘la chica se vende barata’. No se equivoquen, al inicio de una seria relación esas son las chulerías que dan alegría y nutren el vínculo amoroso.

 

No todas las damas de conducta controladora lo hacen porque deciden hacerlo. Cuando una persona sufre de profundas inseguridades el control se utiliza como mecanismo de defensa.

 

¿Quieres control? Sexo a pata suelta…estrategias para tomar control.

 

Una vez pasa ese periodo inicial del enamoramiento damos por sentado que podemos aclimatarnos a una convivencia equitativa de dar y recibir entre la pareja.

 

Cuando eso no ocurre y la mujer continúa atosigando al hombre con la comidita en la boquita y presentándose a su casa sin avisar con la intensión de cocinarle su sopón favorito, ya entró en la faceta peligrosa de tornarse en una mujer en exceso controladora…

 

Vemos en la dama dominante una conducta cuya intención es que su recién conocido dependa de ella en todo.

 

Quiere el control absoluto dado que con toda probabilidad su autoestima esta lacerada y necesita que la adoren para sentirse que vale.

 

Ella piensa que puede conseguir el control absoluto, pero lo hace asfixiando al pretendiente con regalitos, haciéndole favores, ayudándolo en su trabajo, en fin, convirtiéndose en su esclava. Todo sin él solicitarlo. Se olvida de sí misma para centrarse en él y su necesidad de control.

 

Esa necesidad de control es tan intensa que está dispuesta a doblegarse.

 

Roberto, un compañero de la infancia, me contó sobre su reciente amiga (no quiso aceptar que fue su pareja), la llamaremos Hilda para proteger su identidad, quien habiéndolo conocido por solo 3 semanas llegó a su apartamento con maleta en mano para quedarse a cuidar de él.

 

Sorprendido y horrorizado, le dijo que él no necesitaba ser cuidado, pero ella insistió en que había observado que los platos grasientos de la cena estaban todavía en el fregadero, la cama permanecía sin vestir, además, que las ventanas se notaban empañadas de polvo.

 

Después de tragar gordo y armarse de valentía el la dirigió a la puerta y le prometió llamarla más tarde para analizar el asunto con más calma.

 

Jamás Roberto se comunicó. ¿Te sorprende?

 

Tuvo suerte al lograr la salida de Hilda, quien no podía entender porque un hombre que la había enamorado hacía varios días, respondió de esa manera y todavía hasta el momento de este escrito, Hilda no había digerido el rechazo del amigo Roberto.

 

En las relaciones de pareja y en la vida en general es importante que tengamos un cierto grado de entendimiento sobre lo que mueve a las personas.

 

Nos ayuda a controlar sin delatarnos.

 

Sabiendo que los hombres tienden a cansarse de una exageración en las chulerías y terminan echando a un lado a la mujer sobraá…puedes modificar tu conducta de manera que siempre haya un misterio en tu proceder que lo mantenga atento a la relación y por supuesto deseando más.

 

La necesidad de control obliga a la amiga a sobrarse desplegando una conducta exageradamente complaciente como técnica para atraparlo.

 

Si esa descripción te es familiar quizás deberías reconsiderar asumir una nueva estrategia que lo incite a permanecer en la relación sin que el precio sea una abierta laceración a tu autoestima.

 

El control más efectivo y valioso es aquel que tienes sobre ti misma.

 

El macho alfa siempre quiere dominar y llevar las riendas de la relación. Cuando ese varón se encuentra con una mujer con ínfulas de grandeza a menudo la utiliza, y lamentablemente más adelante, la desecha en la época temprana de la relación.

 

Una mujer controladora suele ser muy arrogante.  Es aquella que se muestra altiva, prepotente y con una actitud de superioridad hacia los demás.

 

Esta actitud puede ser percibida como desagradable e incluso intimidante por parte de posibles candidatos.

 

La mujer controladora suele tener un ego inflado y una falta de empatía hacia las necesidades y sentimientos del otro.

 

Todo esto hace que sea difícil para esa mujer establecer relaciones saludables basadas en el respeto mutuo. ¿Resultado? Una continua guerra de poder en sus relaciones.

 

Aunque pueda tener éxito a corto plazo, al impresionar a ciertos hombres con su aparente seguridad, eventualmente su estilo de adaptación terminará alejando a aquellos interesados en una relación más profunda y satisfactoria.

 

Y sin mencionar aquellos que son en sí hombres controladores o machistas que necesitan mantener su estatus como el rey de la casa. Bajo esas circunstancias se forma un berenjenal.

 

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Si intuyes que alguna de estas características te describe, de seguro se te presentarán dificultades para encontrar a una pareja porque esas características no generan confianza ni simpatía entre quienes buscan una relación libre de pugnas por el control.

 

Muchos hombres esperan se tome en serio su expectativa de ser líder en la relación. Esta en ti asegurar que la distribución de poderes sea una equitativa para que ambos ganen durante la convivencia.

 

¡Pero no todo este perdido! Te encaminaremos hacia la solución si continúas leyendo con paciencia.

 

El impacto de la ‘conducta controladora’ en las relaciones amorosas

 

Ser en exceso controladora en el amor puede llevarte a la soledad, infelicidad y frustración.

 

Si no estás dispuesta a escuchar y entender las necesidades de tu pareja, es probable que tengas conflictos constantes e incluso te quedes sin relaciones significativas. Comparte y sé generosa, pero no te bajes tanto que se te vea…

 

Bájale dos…como dice mi amiga Joyce.

 

Y para reiterar…4 características de las mujeres controladoras que alejan a los hombres.

 

Entre las características de las mujeres controladoras resalta:

 

  • Falta de empatía y comprensión hacia el otro, así como una actitud dominante y autoritaria.
  • Alto nivel de exigencia en sus relaciones, lo cual puede generar presión e incomodidad en la pareja.
  • Necesidad constante por destacar y ser el centro de atención.
  • Tendencia a menospreciar o criticar constantemente a sus parejas potenciales sin consideración alguna por sus sentimientos o perspectivas.

 

Cuando una mujer en su relación amorosa es una controladora sin límites, puede generar un ambiente de tensión y falta de respeto hacia la pareja.

 

Es muy probable que una mujer controladora actúe con un desprecio velado hacia las opiniones o sentimientos del otro, así como también mediante actitudes condescendientes que harán sentir inferior a su compañero.

 

Esto puede llevar a discusiones constantes e incluso llegar al punto de destruir la relación por completo.

 

El comportamiento arrogante suele ser visto como poco atractivo y genera rechazo en muchas personas.

 

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Razones para una conducta controladora…

 

Existen diversas razones por las cuales una mujer puede desarrollar estos comportamientos tóxicos.

 

Algunas pueden sentirse inseguras y utilizan esas conductas como un mecanismo de defensa para proteger su autoestima.

 

Muchas amigas bajo esta situación se tornan vulnerables.

 

Otras pueden haber experimentado situaciones en las que han sido subestimadas o menospreciadas, lo que ha generado resentimiento y deseo de demostrar un grado de superioridad ficticio.

 

También hay mujeres que han recibido el mensaje equivocado de la sociedad sobre cómo deben ser para tener éxito en diferentes ámbitos, como el laboral o social, creyendo erróneamente que ser extremadamente controladora es sinónimo de confianza y liderazgo.

 

En cualquier caso, es importante recordar que un sano equilibrio en el compartir es lo necesario para una sana convivencia.

 

Si nos damos cuenta de estar actuando con soberbia debemos trabajar en entender de donde viene esa actitud con miras a salvar una relación que podría estar en peligro.

 

Chequea este otro artículo…Las mujeres cojonúas, cojonúas plus y sus relaciones.

Ahora te llegó el momento de reinventarte…

 

Cuando te llega el momento de reinventarte lo primero es reconocer que ese viejo comportamiento solo te llevará a un lugar indeseado.

 

Existe un fenómeno bien documentado en el cual una mujer que exhibe una conducta asertiva tiende a propiciar un resultado negativo.

 

Y por supuesto obran un sinnúmero de factores para que esto resulte así…podemos discutirlo en un próximo artículo.

 

Entonces, si ya sabes que eres asertiva…o más…puedes dedicar tus esfuerzos, unidos a tu inteligencia…a diseñar un plan que te rinda el mismo fruto de control sin los matices negativos que reviste a una mujer en exceso dominante.

 

Es importante recordar que para disfrutar de relaciones saludables y duraderas es necesario mantener la armonía dando espacio para destacar nuestras virtudes sin menospreciar las cualidades de nuestra pareja.

 

La humildad y empatía, ambas en grados razonables y equitativos, son valores fundamentales que debemos cultivar si queremos construir relaciones amorosas exitosas.

 

En las parejas, un sano equilibrio entre el toma y dame es la orden del día. Es un orgullo que seas una mujer empoderada e independiente.

 

Sin embargo, si eres muy dominante quizás debas reevaluar la técnica de brindar excesivas atenciones al caballero utilizando otra estrategia más efectiva y que se le haga difícil repudiar.

 

Ganarás el control sin colocarte en la posición de ser rechazada porque se canse de tu excesivo esmero.

 

Para darle la vuelta a esto, la importancia radica en ejercer el control de una manera solapada de modo que la intención de controlar no sea tan obvia y pueda pasar desapercibida por tu nuevo amorcito.

La arrogancia, y la inseguridad al descubierto puede alejar a las personas que amas y crear un ambiente tóxico en tu entorno.

 

Poco a poco ve equilibrando tus atenciones hacia el hombre (nada de excesos) analizando el resultado y estamos seguras llegarás a un punto donde te sentirás feliz y ese compañero a tu lado te apreciará por la fabulosa mujer que eres.

 

Entenderás que no necesitas doblegarte para obtener el control y mostrar la valiosa hembra que reside en ti.

 

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Una forma de trabajar para cambiar esas actitudes es practicando la escucha activa. Escuchar con atención lo que tu pareja tiene que decir sin interrumpirlo ni juzgarlo, te permitirá entender su perspectiva.

 

También puedes ser más consciente del lenguaje corporal que utilizas. Una postura relajada, una sonrisa sincera o el contacto visual pueden demostrar confianza sin necesidad de recurrir a una actitud arrogante.

 

Tampoco asumas otras conductas que te hagan sentir que eres menos como por ejemplo ir a limpiarle su casa cuando solo lo conoces hace 1 semana.

 

Recuerda siempre tratar a los demás como te gustaría ser tratada. El respeto mutuo es fundamental para construir relaciones saludables basadas en el amor y la reciprocidad.

 

Entiende que nadie es perfecto y todos cometemos errores. Aprende a ser empática. Esto te permitirá crecer como persona.

 

Si quieres tener éxito en tus relaciones de pareja, trabaja en ti misma para convertirte en alguien más amable y comprensiva hacia los demás.

 

Hacerlo te ayudará a entender sus necesidades y evitar conflictos innecesarios. No se trata de buscar la perfección en ti misma o en los demás, sino de trabajar juntos para crecer como personas y fortalecer la relación.

 

Recuerda que las relaciones requieren trabajo constante y compromiso de ambas partes, pero si estás dispuesta a hacerlo, podrás disfrutar de una vida amorosa plena y satisfactoria.

 

Así que no dudes en poner en práctica estas habilidades para mejorar tus relaciones amorosas hoy mismo.

 

Esa necesidad de un control excesivo sobre tu pareja se puede dominar.

 

Si no logras hacerlo sola. Busca ayuda profesional y sigue leyéndonos. Dale… forma parte de la tribu…

 

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