Siempre admiramos a esa mujer que se atreve cuando otras pegan freno—y pensamos, “Wow, esa sí es una mujer alfa de verdad!” Pero de súbito nos chocan pequeños detalles que hacen que repensemos sobre lo que en realidad catalogamos como atributos de una mujer alfa.
Y ahí entra lo que nosotras en la jerga pueblerina le llamamos una mujer cojonúa.
En ocasiones se le llama así a modo de cumplido y si lo entonamos con coraje entonces probablemente estamos destacando su terquedad. La verdad del asunto es que la mujer alfa aun con su poderosa presencia y su impresionante trayectoria no vocifera sobre sus éxitos ni lloriquea en público cuando no se materializan sus objetivos.
En los tiempos malos estas simplemente recogen los platos rotos y siguen su camino hacia lo próximo mostrando así su valentía.
Por otro lado— hay mujeres que a pesar de que a primera vista nos lucen alfa—notamos que una falla en su carácter les resta de su brillo. Por suerte hay remedio para ellas si ya gozan de una sana autoestima y están dispuestas a enfrentar el reto.
Una amiga dice que está en completo acuerdo ya que su jefa, “es una mujer muy dotada de inteligencia y astucia mas solo con que las cosas no marchen como ella quiere le sale el monstruo y grita como una desquiciada.”
Puede que su ‘jefa’ tenga que practicar el ser menos explosiva de manera que abone a mejorar los resultados de su labor como líder.
Y así es que se forja una genuina mujer alfa. Todos los días observando sus respuestas al medio ambiente aprovechando la oportunidad de expresar lo mejor de sí mientras establece hábitos que la asistirán a materializar su nueva persona.
LAS DEFINICIONES
Comenzaremos haciendo un paréntesis para repasar aquello que define a una mujer alfa y lo que aquí catalogamos como cojonúa y cojonúa plus. Son descripciones que conviene revisar.
La siguiente tabla compara las características de cada categoría.
(Rota la pantalla para expandir la tabla.)
ALPHA |
COJONÚA |
COJONÚA PLUS |
Independiente y agradecida |
Independiente pero prefiere hacerlo sola aunque sea mucho para ella |
Independente y desprecia la ayuda que se le ofrece |
Asertiva |
Asertiva con poca sensibilidad |
Se impone |
Persuasiva |
Persuasiva con poca tolerancia |
Dictatorial |
Ambiciosa |
Ambiciosa con metas imprecisas |
Ambiciosa sin un plan |
Persistente |
Terca |
Deja destrucción a su paso |
Aprende de sus errores |
Aprende poco de sus errores |
No acepta sus errores |
Sano nivel de autoestima |
Se sobrevalora |
Raya en el narcisismo |
Concede cuando hay mérito |
Argumentativa |
Nunca pierde |
Segura en su feminidad |
En ocasiones poco femenina |
Poco femenina |
Enfrenta retos y acepta las consecuencias |
Se queja mucho y evade responsabilidad |
Culpa a otros |
Expresa su individualidad |
Disimula su verdadero sentir |
Se oculta tras una personalidad ajena a sí misma |
El fracaso lo ve como un escalón hacia el éxito |
Se tarda en reconocer las lecciones pero continúa |
Se siente fracasada y frena sus aspiraciones |
LA COJONUA/COJONUA PLUS en sus relaciones
Necesita que él le pida permiso para todo
El perdón no existe en su vocabulario
No cree en el espacio personal (de él)
Quiere control absoluto de las finanzas del hogar
Le asigna tareas como si fuera su patrono
Ella decide cuando ‘meten mano’ aunque el hombre no esté ‘listo’
Vive la vida de su pareja y la suya propia
No es tan ridículo como piensas.
Dale pensamiento al siguiente relato que trajo un caballero en una terapia de grupo…
“Me he casado 3 veces y las 3 veces con mujeres cojonúas. La primera me insultaba donde quiera y se quejaba de que ya no paseaba con ella…pienso que para poder sentirse poderosa tenía que hacerme ver como mierda frente a otros. Ni modo, ya salí de ella.
La 2da me llamaba estúpido cuando sus opiniones y las mías no concordaban. A decir verdad un infierno aquí en la tierra porque era una constante pelea y cuando su cara se desfiguraba parecía un mismo demonio. El miedo a que me diera una pela me obligó a pedirle el divorcio por teléfono. ¡Ya ni podía gozar de una erección! ¡Impotente en todos los ámbitos!
La 3ra se la pasaba dándome consejos como si fuera su hijo. No gritaba pero sus períodos de silencio eran estruendosos. Su mutismo persistía hasta que yo hacía lo que ella quería.
Ahora estoy viendo un siquiatra porque 3 cojonúas en fila no puede ser normal para un hombre.”
(Muy buena decisión…)
¿TE SUENA CONOCIDO?
El…
Piensa que ella tiene un problema de actitudes…
Le señala que ella es muy mandona e insensible…
Quiere que el haga todo lo que ella desea…
Él vive una vida de discordia en el hogar al no lograr acuerdos con su dama
Ella…
Se siente inútil al no lograr los resultados que busca
Insatisfecha porque prefiere un ‘macho man’ y piensa que su pareja es un pendejo
Observa un distanciamiento en su galán que le preocupa
¿Y cómo manejan muchas parejas esas dificultades?
No las manejan. Las sobreviven día a día.
¿El problema? Ella no sabe cómo ser alfa sin convertirse en Hitler.
EL DOMINIO Y LA SUMISION
Sabemos que la mujer dominante tiende a mantener a su hombre en un estado de alerta perenne. Al hombre que desea aventura la situación le encanta—el estímulo lo hace sentir vivo. Y aquel caballero que se observa sumiso también le fascina la mujer autoritaria. Esta le provee dirección y si su sumisión nace de la vagancia pues está hecho, porque esa mujer decisiva se encargará de hacerlo todo.
Y aunque no lo creas– la sumisión se aprecia más comúnmente en el varón (para sorpresa de todos). Observa cómo— tanto el sumiso como el hombre más jodón meten el rabo entre las patas cuando notan la actitud decisiva de una mujer.
Aunque no debe ser el deseo de un control irracional lo que mueva a una mujer. EL resultado que ella espera nace de una decisión bien sopesada y cónsona con aquello que entiende es lo mejor para su vida.
El hombre percibe el buen uso de ese raciocinio. De la misma manera también reconoce cuando la sed de dominar en cosas triviales es la necesidad de un control injustificado y estúpido. (Regresa a las definiciones de COJONUA y COJONUA PLUS)
Aclaramos aquí que las motivaciones para la preferencia de una pareja dominante son tan variadas como personalidades hay. Sin tener que profundizar demasiado en las características de cada individuo podemos ver que a menudo los opuestos se atraen. Uno provee lo que el otro carece y así muchos están conformes—uno pelea y grita— el otro recoge velas.
HACIENDO PERFECTO LO IMPERFECTO
La personalidad autoritaria y dominante tiende a ser más centrada en ella misma y se piensa es menos sensible a los sentimientos de otros. Resulta un reto para aquel que le toca vivir con una pareja exhibiendo esas características.
Ojo–Si andas buscando ser atractiva para un hombre en especial— a la vez que expresas tu poderosa individualidad revisa las características de una alfa y decide practicar aquellas que entiendes necesitas encarnar.
Si has dado por terminada una relación por desavenencias relacionadas con el poder— siéntate contigo misma y analiza tu conducta. Obsérvate desde afuera en el manejo de alguna situación y descubrirás si te pasaste de la raya.
Siempre recordando que puedes obtener aquello que deseas sin tener que exhibir los dientes como una perra rabiosa.
TOMA LA DELANTERA
No esperes a que tu amado lea este articulo y se te adelante señalando lo que entiende son tus fallas o defectos de manera acusatoria. Asegúrate de encarnar a una mujer alfa y dejar la COJONÚA y la COJONÚA PLUS sumida en el olvido.
La cojonúa al igual que una mujer alfa es fuerte, y asertiva. Le sobra valentía pero en ocasiones las características alfa las expresa de una forma exagerada o tergiversada en detrimento de sus mejores intereses. Un buen grado de astucia la ayudaría a obtener lo que desea sin entrar en conductas que la hacen lucir fuera de control.
Sigue leyendo para que aprendas a diseñar tus estrategias convirtiéndote en esa mujer exitosa y bien equilibrada que está dentro de ti.
Empieza por aquí → SER INTELIGENTE NO ME PERMITE SER FELIZ
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