Home / Poder Femenino  / ¿QUÉ HAGO CUANDO ME GUSTAN 2 HOMBRES A LA VEZ?

¿QUÉ HAGO CUANDO ME GUSTAN 2 HOMBRES A LA VEZ?

Los temas del corazón son, sin duda, algunos de los más complejos y fascinantes de nuestra experiencia humana, seamos mujeres o varones.

En un mundo donde las relaciones pueden ser tan diversas y multifacéticas, es común encontrarse en situaciones emocionalmente confusas.

Una de estas situaciones es cuando te das cuenta de que sientes atracción por dos personas al mismo tiempo. Entonces, ¿Qué hacer si te gustan 2 hombres a la vez? …

Resulta conveniente explorar las diferentes dimensiones de esta situación, brindándote herramientas y varias ideas para que reflexiones sobre tus sentimientos y puedas tomar decisiones informadas y saludables.

Esperamos que aquí encuentres un grado de claridad en medio de la confusión. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo manejar esta jugada del amor y las relaciones de pareja!

Pero antes, es necesario que reconozcamos que la monogamia ha reinado en nuestra cultura por mucho tiempo y ya el concepto esta tan arraigado en nuestra naturaleza que pensar que una mujer le interesen dos varones a la vez te puede sonar desleal y hasta obsceno.

Necesitamos entender que el ser humano es complejo y no todas nos podemos medir con la misma vara. Ser a-normal no es malo, solo muestra que somos diferentes.

Existen diferencias entre el enamoramiento, el que un hombre te guste o agrade y amar a una persona. No entraremos en la química de estos sentimientos pero estamos claras que la ciencia ha avanzado en el clarificar como se dan estos procesos.

Me gustan 2 hombres a la vez, y ahora qué hago…

La siguiente historia no es de nuestra autoría pero ya que una buena amiga trajo la interesante situación pensamos que compartirla sentaría las bases para hacer una comparación con otros puntos de vista. Vamos allá…

Lucía era una mujer de 49 años, divorciada, con una vida profesional plena. Siempre había sido una persona decidida y segura de sí misma, pero nada la había preparado para la confusión que se asentó en su corazón en esta etapa de su vida.

Desde que conoció a Julián y a Tomás, todo cambió. Julián era un fotógrafo apasionado, un espíritu libre que veía la belleza en cada rincón de la vida. Desde su primera cita, la química entre ellos fue innegable.

Pasaban horas charlando, explorando exposiciones de arte y riendo juntos. Lucía se sentía viva a su lado, como si las sombras de la rutina se desvanecieran y la llenaran de una energía renovada.

Pero, al mismo tiempo, Tomás había entrado en su vida de manera inesperada. Él era un arquitecto meticuloso y muy centrado, con un sentido del humor encantador que la hacía reír hasta que le dolía la barriga. Pasaban tardes enteras paseando por el parque, compartiendo sueños y anhelos sobre el futuro.

Lo difícil era que ambos hombres le provocaban sentimientos tan intensos y diferentes que le resultaba realmente complicado decidirse. Julián parecía ser la representación de la libertad y la creatividad, mientras que Tomás le ofrecía seguridad y una conexión más profunda. Estaba atrapada en una encrucijada emocional donde cada decisión parecía despojarla de algo valioso.

Como te has percatado no hemos mencionado la sexualidad. Según nos cuenta la amiga era muy temprano para envolverse en una relación sexual ya que se estaban conociendo según expresó Lucia…

Aun así admitió que estaba todavía indecisa si tirarse la maroma con uno de ellos para tener otro elemento que le pudiera permitir escoger entre los dos candidatos.

(Te dije que era compleja la situación.)

Échale un ojo a esta lectura → La gozadera después de los 50

Se acercaba el momento de la verdad

Las semanas pasaron y la lucha interna de Lucía se intensificó. Ella conversaba con algunas amigas acerca de lo que le estaba sucediendo y éstas le decían que debía escuchar a su corazón. Fácil es escuchar hasta que tengamos que actuar…  ¿Cierto?

“Haz una lista de los pros y contras. Elige a quien te haga sentir mejor contigo misma”, le decía su panita Ana.

Pero, todo eso solo alimentaba su confusión. A veces se llenaba de temor al pensar en la posibilidad de lastimar a alguno de ellos. La idea de elegir entre Julián y Tomás la aterraba.

¿Qué pasaría si perdía la oportunidad de ser feliz con uno de ellos? ¿Y si, al elegir, se daba cuenta de que había tomado la decisión equivocada? Esa incertidumbre la mantenía despierta por las noches, girando y retorciéndose en su cama.

Un día, Lucía decidió hacer una pausa y alejarse de la presión que sentía. Se fue a un pequeño retiro en la naturaleza, buscando claridad en medio del caos. Cada mañana, se levantaba para disfrutar del amanecer, el silencio de la montaña le ayudaba a conectar con su interior.

Pasó horas reflexionando y escribiendo en su diario sobre sus sentimientos, recuerdos y deseos. Poco a poco, comenzó a identificar lo que realmente valoraba en cada relación y lo que esperaba de ellas.

La semana pasó, y al volver a casa, Lucía se sintió más centrada. Había comprendido que, más allá de las atracciones, lo que realmente valoraba era cómo cada hombre la hacía sentir en su esencia.

Julián encarnaba la emoción y la aventura, mientras que Tomás representaba una base sólida y la promesa de un amor profundo. Mientras pensaba en cada uno, se dio cuenta de que su felicidad no dependía necesariamente de una elección definitiva. Tal vez no debía presionarse tanto, pensó.

Ve allá → 10 retos que socaban una relación amorosa.

Julián o Tomás

Unos días después, decidió hablar con ambos. Les invitó a salir por separado, un cambio de ritmo para poder aclarar sus sentimientos. Se sentó con Julián, a disfrutar de un cafecito, cuando la risa y la calidez lo llenaron todo. “Nos divertimos tanto juntos”, pensó, sintiendo el palpitar en su interior.

Luego, al salir con Tomás, la conversación fluyó suavemente, como el agua de un río, llena de complicidad y profundidad.

La charla terminó con una revelación. Lucía comprendió que, en su búsqueda de decidir, había olvidado lo más importante: ser honesta consigo misma. Nadie le pedía que eligiera de inmediato entre ellos.

Ambas relaciones le ofrecían perspectivas diferentes y la oportunidad de explorar quién era mientras se rodeaba de personas que la hacían feliz.

Lucía decidió tomarse su tiempo. Consciente de que sus emociones eran válidas y que merecía disfrutar de ambas conexiones sin la presión de forzar una decisión, eligió ser transparente.

Habló con Julián y Tomás sobre la complejidad de sus sentimientos, y aunque la conversación generó tensiones, también abrió la puerta a una mayor comprensión y respeto entre los tres.

Así, Lucía aprendió que, en la vida y en el amor, los caminos no siempre son lineales. Aceptó que su corazón podía ser un lugar vasto, donde podían coexistir múltiples emociones y relaciones, mientras buscaba la autenticidad en todo lo que hacía.

Con el tiempo, se dio cuenta de que, en lugar de elegir, podría encontrar la manera de disfrutar de las conexiones que la vida le había presentado, aprendiendo de cada uno de ellos mientras descubrían juntos lo que el futuro tenía para ofrecer.

Sin rechazar a ninguno de los dos pretendientes, decidió inicialmente permanecer como amiga de ambos para seguir en la búsqueda de aquel que seria su pareja finalmente. FIN.

El acuerdo…

¿Que esos varones estuvieron en total acuerdo? Lo dudo muchísimo. El amor tiende a ser territorial. Difícilmente estarían encantados de compartir a la mujer de sus sueños…a menos que su mentalidad fuese cónsona con el concepto de una relación poliamorosa.

En cuyo caso nuestra amiga Lucia tendría mucho en que pensar para tomar la decisión mas a tono con su filosofía del amor.

Si te gustan 2 hombres a la vez considera que…

En el corazón una no manda, por lo que lo mejor es enfrentarse a que tenemos una decisión que tomar…y pronto. A pesar de que pueden existir 2 hombres que te gusten a la vez siempre habrá uno en particular que será tu preferido. Y dado nuestro entorno social actual los celos y el malestar no se harán esperar.

Es normal tener miedo a elegir quizás el incorrecto, sin embargo, es una decisión que hay que tomar.

Haz como hizo Lucía tómate un tiempo para reflexionar qué es lo que te conviene y sé sincera contigo misma acerca de lo que sientes.

Mantén presente que el riesgo siempre acompaña toda acción.

Traza tu plan y actúa sobre el esperando lo mejor pero con el ojo abierto a las complicaciones que se podrían presentar.

Dejamos saber cómo te fue y Comenta… otras como tu esperan por tu valioso insumo…:)

Lee también: Pasar de la amistad al amor después de los 50… ¿Buena idea?

SUSCRÍBETE para ser notificada de todo lo que viene. ¡No te despegues! y recuerda dejar un COMENTARIO

Visítanos en FACEBOOK  PINTEREST INSTAGRAM.

Si careces de tiempo para leer y prefieres escuchar cualquiera de tus artículos preferidos ve a nuestro canal en YOUTUBE

Comparte este articulo
TIEMPO LECTURA:
SIN COMENTARIOS

DEJA UN COMENTARIO

x