¿QUIÉN ES PRIMERO, MI PAREJA O MIS HIJOS DE UNA PREVIA RELACIÓN?

Cuando una mujer que ha procreado hijos en una relación anterior los incluye en su nuevo amorío, le surge una pregunta compleja y sensible: ¿Quién es primero mi pareja o mis hijos?
Decidir entre las necesidades de una pareja y las de un hijo puede generar tensiones y conflictos, provocando sentimientos de culpa y confusión en los adultos involucrados.
Hoy vamos a explorar los diferentes aspectos de este dilema, teniendo en cuenta las emociones, las responsabilidades y las realidades que rodean este tipo de situaciones.
Vamos a ver como abordamos el enredo que le afecta a muchas amigas y que pone a prueba nuestras capacidades para manejar conflictos dentro del ámbito familiar.
5 cosas que desearía haber conocido antes de tener pareja.
Pareja vs hijos…¿quién va primero?
La pregunta acerca de a quién debe priorizar una mujer que tiene tanto una pareja como hijos de una relación anterior es un reto muy complejo que afecta a muchas familias modernas.
Este tema genera debates intensos, pues toca fibras sensibles y pone a prueba las dinámicas hogareñas.
Y aquí hablamos de feminas, pero sabemos que esto le afecta tanto a mujeres como a hombres.
La llegada de un nuevo compañero cambia la dinámica familiar y provoca sentimientos de inseguridad tanto en los padres como en los hijos. El miedo a perder el control de las riendas familiares siempre está presente (por lo menos al inicio y durante el proceso de adaptación).
También tenemos que incluir al padre de esos hijos que probablemente ya también inició una nueva relación y estará pendiente y con preocupaciones sobre el nuevo interés de su ex y como ese compañero tratará a sus hijos. ¿Lo quieres más complicado?
La maternidad/paternidad es una de las responsabilidades más significativas que puede asumir una persona. Los hijos en crecimiento dependen de sus padres para su bienestar físico, emocional y psicológico.
La crianza de los hijos implica priorizar su salud, educación y felicidad, lo que a menudo se traduce en la necesidad de tomar decisiones difíciles que pueden, en ocasiones, dejar a la pareja en un segundo plano.
Los hijos pueden sentirse inseguros o celosos de la nueva relación de su padre o madre. Esto puede generar tensiones en su entorno si estas no se manejan adecuadamente.
Es esencial que los padres se esfuercen por comunicar a sus hijos que su amor y atención no han disminuido, a la vez que establecen límites y fomentan la convivencia armoniosa con la nueva pareja.
Cuando los hijos son adultos independientes la situación es menos estresante. Ya en la adultez resulta más fácil entablar una buena conversación y notificar la decisión de un nuevo comienzo.
El temor a comenzar de nuevo…la secuela de una ruptura dolorosa.
Un Equilibrio Saludable
Encontrar un equilibrio entre dedicar tiempo a la pareja y cuidar de los hijos menores es un proceso continuo que requiere reflexión y consideración. Algunos aspectos a considerar en esta búsqueda de equilibrio son:
- Aquellos incomodos pero necesarios
El dialogo acerca de los sentimientos y necesidades de ambos, tanto de la pareja como de los hijos, es incómodo pero requerido. Compartir cómo cada miembro se siente en relación con la nueva dinámica familiar ayuda a prevenir malentendidos y heridas emocionales.
Fomentar un ambiente en donde reine el dialogo amigable puede fortalecer los lazos familiares y profundizar el entendimiento mutuo, siempre y cuando la meta de todos sea permanecer unidos.
Si los retoños mayorcitos perciben que existe la buena intención de incluirlos a ellos en los nuevos lazos familiares la alegría se hace sentir. De ser los hijos infantes pues sabemos que nos toca protegerlos aún más.
- Ambas relaciones a la vez…
Dedicar tiempo de calidad a cada relación es clave. Esto incluye salir en citas con la pareja, así como establecer tiempo especial entre padres e hijos. Asegurar de que ambos reciban atención y amor, ayuda a que todos se sientan valorados.
La idea no es hacer que uno compita con el otro, sino encontrar formas de crear un espacio donde ambas relaciones florezcan.
Considera temprano en la relación la inclusión de actividades que todos puedan disfrutar en unión, como hizo Amelia cuando conoció a Miguelito.
Sus hijos de 10 y 12 años se unieron a las caminatas que ya Miguelito llevaba a cabo todos los sábados en un campo cerca de su casa. Esas caminatas se convirtieron en la pega permanente de su nueva relación. ¡Los niños no querían soltar a Miguelito!
Más fácil dicho que hecho, lo sé.
Necesitas tomar en consideración las edades de esos hijos, sus intereses y si tienen necesidades especiales.
Conozco a un caballero divorciado que cuida de su hijo autista y, aunque solo lo atiende dos fines de semana al mes, se le ha hecho casi imposible iniciar una relación con una dama que entienda y acepte el reto.
- Claras expectativas
Establecer límites y expectativas claras dentro de la familia puede evitar confusiones. Esto incluye hablar sobre el rol que juega la pareja en la vida de los hijos y cómo ambos pueden coexistir.
Además, saber cómo expresar la importancia de cada uno de los miembros puede tranquilizar tanto a la pareja como a los hijos, creando un entorno de respeto y entendimiento.
Eso ciertamente forma la base, pero todas sabemos que cada pareja y familia es única. Esto implica que cada relación presenta unas situaciones que muchas veces parecen de novela.
Pregúntale a Nydia quien es madre de una adolescente de 14 años y recientemente conoció a este único varón que la sorprendió con una conducta inapropiada hacia su hija. Suerte tuvo al darse cuenta a tiempo y darle una ‘patá pal karajete…’
7 señales de alerta en una relación.
- La Flexibilidad
La vida familiar está en constante cambio y, a menudo, las circunstancias pueden requerir ajustes en la forma en que se priorizan las relaciones. Ser flexible y estar dispuesto a adaptarse a las necesidades emocionales de cada persona es vital.
Habrá momentos en los que una relación necesitará más atención que la otra, y reconocer esto puede ser el primer paso para mantener un ambiente familiar saludable.
¿Qué si es difícil? ¡Claro que sí! Pero el amor hacia la pareja y los hijos es el fundamento que lo hace posible. Un esfuerzo titánico es necesario en muchas relaciones y no todas sobreviven.
Conocemos de parejas que han logrado no solo fortalecer su relación amorosa a través del tiempo, también han sido exitosas en adelantar la vida de esos hijos de parejas anteriores.
- Y que hay de la Seguridad
Es de sabios recordar que, si bien los hijos necesitan amor y cuidado, una relación de pareja también puede brindar estabilidad emocional y seguridad para todos los involucrados.
Mantener una cuidadosa observación de las dinámicas familiares es una de las mayores prioridades que necesitamos ejercitar. En un mundo cada vez más complejo es crucial tengamos claro a quien le estamos dando entrada a nuestro hogar. ¿Entiendes?
A veces, priorizar la salud y el bienestar de la pareja puede, a largo plazo, beneficiar a los hijos, ya que aquellos padres felices y conectados tienden a crear un hogar más armonioso.
Cuando los hijos adultos observan las dinámicas de su madre con esa nueva pareja y captan el amor y consideración en ese enlace se convierten en verdaderos ángeles aportando su presencia y completo apoyo.
Una respuesta única…
Decidir entre priorizar a la pareja o a los hijos en una situación familiar es, sin duda, un desafío que no tiene una respuesta única.
La realidad es que ambas relaciones van a la par y tenemos que proveerle la consideración y atención que ameritan en el momento de la necesidad.
¿Y cómo logramos eso? Me gritas, mientras llevas las nenas al colegio. “Haciendo malabares”, te contesto. La clave está en la comunicación, la empatía y el entendimiento de que ambas relaciones tienen su valor y significado.
Cada familia debe explorar sus propias dinámicas y encontrar un equilibrio que funcione para ellos.
Al final, lo más importante es recordar que en una familia donde se escucha, se respeta y se ama, ambas relaciones pueden coexistir de manera saludable, permitiendo que cada persona crezca y florezca en un entorno de amor y apoyo.
Es posible descubrir tu propia manera de honrar tanto la relación de pareja como la relación parental, creando un marco familiar en el que todos se sientan seguros y valorados.
No te des por vencida ya que sabes que se puede.
COMENTA y déjanos saber cómo te ha ido con esa segunda relación y los hijos de tu relación anterior.
SUSCRÍBETE para ser notificada de todo lo que viene. ¡No te despegues! y recuerda dejar un COMENTARIO
Visítanos en FACEBOOK PINTEREST INSTAGRAM.
Si careces de tiempo para leer y prefieres escuchar cualquiera de tus artículos preferidos ve a nuestro canal en YOUTUBE