¿Alguna vez te han sido infiel? Sin duda alguna un golpe bajo para cualquier mujer y también difícil o imposible de pasar por alto.

 

Sabemos que las relaciones amorosas deben estar fundamentadas en el respeto, la sinceridad y ¡Cómo no! La fidelidad.

 

Pero cuando surge la traición—te pasará por la mente perdonar—luego sale a la luz la pregunta ¿Será posible perdonar a un infiel?

 

Llegó el temido día—para aquellas que ya venían sospechado el problema—de darle cara a la infidelidad.

 

Aquel compañero que juraba y perjuraba que su amor sería eterno, ahora parece un extraño distante.

 

¡Y peor aún—no sabes qué hacer! ¿Perdonar o no perdonar…?

 

Tu mente se llena de pensamientos trágicos y escenas tétricas de abandono que solo apuntan hacia la muerte de tu relación.

 

¡Tranquila, mujer! Queremos que en este artículo descubras si en verdad ¿Será posible perdonar a un infiel?

 

Al culminar tu lectura o escuchar la grabación en YouTube  sabrás si es factible perdonar a ese caballero, y de ser así, como hacer para afrontar ese terrible proceso. 

 

¿Quieres saber si es posible perdonar a un infiel?

 

Un aspecto importante de la infidelidad es el hecho de que—por lo general—se da en secreto.

 

Y con toda razón—no está lejos de la verdad pensar que es una traición hacia el pacto que se llevó a cabo con la pareja. 

 

Pero ¿será posible perdonar a un infiel? La respuesta para muchas es “¡Si!” Pero, para otras puede ser “¡Claro que no!”

 

Sea como sea, perdonar es uno de los retos más grandes de la infidelidad, independientemente de si quieres (o no) restaurar la relación. 

 

Si piensas que una infidelidad es algo que no se debe dejar pasar—estás en lo cierto, de hecho esta es una de las conductas que no se debe normalizar en una relación— aquí hay otras, pero hoy nos centraremos en esta conducta solamente. 

 

Antes de darte una respuesta a si debes o no perdonar a un infiel—necesitamos  entender bien lo que es el perdón. 

 

Aspectos básicos del perdón

 

El perdón es un proceso que tiene efectos saludables en la persona que perdona, contribuyendo a su salud mental.

 

No obstante, perdonar es un asunto complicado que lleva tiempo, determinación y compromiso. 

 

Durante este proceso cambias actitudes, pensamientos y conductas.

 

Por ello, se dice que el perdón envuelve una reestructuración cognitiva, logrando reconciliarte con aquellos sentimientos que fueron violentados y como resultado—regresar a la normalidad. 

 

No solo se trata del perdón a la persona, cómo puedes ya deducir—es cambiar la actitud y seguir adelante como parte del proceso de perdonar.

 

El perdón tras una infidelidad

 

Supongamos que es la primera vez que descubres que tu pareja te ha sido infiel y optas por perdonarlo y pasar la página.

 

Consideras que no es algo tan grave, y además reconoces que tú también en ocasiones te has visto tentada.

 

Solo que tus principios no te permitieron llegar muy lejos….

 

Vamos entonces a ser sabias y considerar los siguientes 4 componentes del perdón:

• Factores externos e internos

 

El primer paso es reconocer que te hicieron daño.

 

Es fundamental que no te engañes minimizando la infidelidad, por el contrario, si le das la importancia que amerita te será más fácil perdonar.

 

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Necesitas saber por qué surgió la infidelidad.

 

Puedes descubrir entonces que hubo atribuciones externas (circunstancias fuera del control de tu pareja que influyeron sobre su conducta.)

 

Los atributos de la personalidad de la pareja responsable aportan mucho peso ya que tienden a ser características que en el caso de la infidelidad— consideramos negativas.

 

Estas dificultan el proceso del perdón—y vemos como ejemplo…”Siempre ha sido un ‘enamorao’.” según nuestra amiga Nancy.

 

• La posibilidad del perdón 

 

El segundo paso es cuanto interés muestra la ofendida en perdonar lo ocurrido, al menos si es que ella considera el perdón como una posibilidad.

 

Joann me dijo, “¡Ni sueñes que voy a perdonar un cuerno, esa no soy yo!” 

 

Acepto que no todas tendrán la paciencia necesaria para sufrir el proceso…

 

• ¡Nada de “fe ciega”!

 

El tercer paso es tan sencillo como saber que perdonar no es tener “fe ciega” en la persona infiel. 

 

Reconocer que no existe la certeza de que esa pareja sea leal en adelante es más que razonable.

 

Reconocer que el riesgo forma parte de lo que significa vivir y compartir la vida con otro es una actitud saludable.

 

Advertencia: Procura no ejercitar un control excesivo de la relación lo cual te pueda llevar a un grado de celos destructivos con el resultado nocivo que eso pueda acarrear.

 

Confiar excesivamente es tan detrimental para la vida amorosa como irte al extremo de convertirte en una vigilante obsesionada de todo lo que tu pareja hace.

 

Queremos ser felices—no convertirnos en un Sherlock Holmes.

 

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• Paz para todos

 

El cuarto paso que nos lleva a perdonar es aceptar el sufrimiento y la rabia que ha ocasionado en nosotras esa traición y entender que eso—al igual que todo en la vida— pasará.

 

Quizá durante la crisis esa aseveración no ayude tanto pero a medida que vas sanando te darás cuenta de que a pesar de lo trillado—esa afirmación todavía tiene validez.

 

En el proceso de lidiar con la infidelidad—la venganza en pos de la justicia, arremeter contra el “agresor” deseándole mal y también iniciando rumores para desacreditarlo—no es el mejor camino a seguir. 

 

Dependiendo de la intensidad del ataque—posiblemente el tribunal sea el destino final.

 

Lleva a cabo tareas de sanación siempre que puedas—y de esa manera podrás reparar la herida sangrante—y dar por finalizada la relación (de ser esa tu decisión) quedando en paz con el ofensor y contigo misma.

 

Ideas erróneas sobre el proceso del perdón

 

• Perdonar implica olvidar lo ocurrido

 

Cuando vives una experiencia traumática no se borra fácilmente de tu memoria. 

 

Para propósitos de aprendizaje—el fin no puede ser olvidar lo ocurrido—más bien es recordarlo sin que te haga daño. 

 

• Perdonar no se relaciona con su arrepentimiento o reconciliación

 

“Si no quiere volver conmigo es porque no se arrepiente.”

 

Dice Anita desesperada—quizá pensando que el arrepentimiento implica amor hacia ella y deseos de recobrar la relación.

 

El amor que inicialmente los unió requiere permanecer inalterado de manera que provea la base para comenzar de nuevo.

 

Perdonar a tu pareja implica ver a esa persona desde otro ángulo—reconócelo si quieres revivir una relación de pareja afectada por este tipo de crisis. 

 

Ni el arrepentimiento ni el perdón garantizan que la relación será restaurada—son necesarios, pero no suficientes. 

• Perdonar es minimizar o justificar lo ocurrido

 

¿Has escuchado palabras como: “no es para tanto”, “intenta ver el lado bueno”, “estas cosas pasan”,…?

 

Minimizar la infidelidad es un proceder equivocado.

 

Ocurre cuando buscamos justificar ciegamente su conducta porque nos duele aceptar que fuimos traicionadas por nuestra amada pareja. 

 

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Enfrentar el suceso con valentía rendirá frutos cuando esa pareja expresa deseos de permanecer en la relación y ambos se comprometen con aportar su parte.

• Perdonar es signo de una pobre autoestima o debilidad

 

Cuando te hacen daño aprendes que es necesario protegerte ya que el autocuidado es de  tu entera responsabilidad 

 

Perdonar no significa que aceptarás su infidelidad sin que esta conlleve consecuencias para tu pareja infiel.

 

Darte a respetar exige que enfrentes a ese compañero responsable para que rinda cuentas por su proceder.

 

El que lo perdones no significa dar por buena su conducta lastimosa. 

 

Perdónalo—si te animas y sientes que puedes—exigiendo a la vez un respetuoso trato y la consideración que te mereces.

 

Tu autoestima se mantendrá intacta a pesar del duro golpe sufrido.

 

Como vez—el perdonar no se asocia con debilidad o una pobre auto valoración.

 

Al contrario, el perdón denota la  intención de olvidar el coraje, el resentimiento y de cancelar la intención de venganza—recobrando en el camino la sanidad emocional.

 

¿Sera posible entonces perdonar a un infiel?

 

Perdonar una infidelidad es posible.

 

No obstante, puede significar  comenzar de nuevo con esa pareja—si sientes que puedes hacerlo—o seguir tu camino  hacia otras oportunidades y estar soltera a los 50.

 

La infidelidad bien trabajada debe dar lugar a nuevas dinámicas de convivencia y de expresión de afecto que conlleven a cementar la relación evitando así llegar a rechazar a la otra persona.

 

Además—fingir que nada sucedió poco abona a evitar una futura ruptura de la relación—puede incluso dar paso a conductas mal adaptativas que socaven lentamente la sana convivencia.

 

El perdón es liberador. Aprender de los errores de otros y de nosotras mismas es un paso hacia adelante en el camino de ser feliz en nuestra relación.

 

La ofensa que nos produce la conducta infiel de nuestra pareja tiene sus consecuencias. 

 

El otorgar el perdón te ayudará a liberarte del rencor que tanto daño le hace a nuestro sistema inmune. 

 

Es posible perdonar a un infiel arrepentido siempre y cuando ese hombre esté dispuesto a cumplir con nuestras expectativas de un trato respetuoso.

 

Mas ten presente que el perdón no es obligatorio. 

 

Lidiar con una infidelidad es un largo proceso que conlleva atravesar un camino escabroso.

 

Sopesa con detenimiento lo que estas dispuesta a sacrificar en la relación—si algo—y asegura que ambos estas dispuestos a sostener un dialogo coherente.

 

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