Durante años, muchas mujeres hemos vivido bajo el peso de la mirada ajena. Nos enseñaron a ser discretas, a no incomodar, a encajar. La vergüenza se convirtió en una compañera silenciosa: nos hacía dudar antes de hablar, de escoger nuestra vestimenta, de parrandear, de mostrarnos
Marta tiene 58 años. Durante más de treinta años fue el sostén emocional de su familia. Madre de tres hijos, esposa de un hombre con problemas de salud, hija de una madre dependiente. Siempre estaba disponible, siempre tenía una solución, siempre decía “yo puedo”. Trabajaba a
Sentir que no eres amada por tu pareja puede convertirse en una sombra persistente que afecta tu autoestima, tu ánimo y la dinámica de la relación. Es una sensación dolorosa y compleja, que a veces surge por malentendidos, rutinas o heridas emocionales previas. Y claro está,
Las mujeres llevamos una vida más ajetreada que los hombres. El trabajo, las tareas del hogar, atender a los hijos, al marido. Siempre estamos en un corre corre. A todo esto debemos añadirle los cambios hormonales y hasta incluso los achaques de la edad. ¿Y
A nuestra edad amiguitas, la vida amorosa y las relaciones suelen tomar giros inesperados. Las reglas han cambiado, y las mujeres maduras han descubierto que, en muchos casos, hay que redefinir las normas. En ese contexto, aparecen las aplicaciones de citas, los exmaridos con los que